Estimadas Familias:
Un cariñoso saludo en el corazón de Jesús.
Como cada año durante el mes de octubre
celebramos a nuestras familias con la finalidad de
vivir un tiempo distinto y destinar un espacio para
compartir con quienes componen nuestro núcleo más
íntimo. Este año queremos vivir este momento con
más fuerza, para presentar al Señor todas nuestras
incertidumbres y miedos, pero también todas las
alegrías y esperanzas que hemos experimentado.