“Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba” (Lucas 4, 40)
Señor
Me dispongo ante ti, para que al igual como lo hiciste en Galilea, puedas sanar mis dolencias de cuerpo y de alma.
Amén